Doctrina
Título:La comunicación judicial integral como vía de mejoramiento de la imagen de la justicia a través de una mayor empatía con la sociedad
Autor:Chiapero, Silvana M.
País:
Argentina
Publicación:Revista Argentina de Derecho Común - Número 8 - Junio 2023
Fecha:12-06-2023 Cita:IJ-IV-CDXXXVIII-504
Índice Voces
Sumarios

En la sociedad actual los medios de comunicación deben erigirse como medio útil, para poder acercar al Poder Judicial con la comunidad destinataria de su quehacer.
La conducta otrora silenciosa de los jueces, quienes entendían que sus sentencias eran la manera idónea de comunicarse con la sociedad destinataria de sus pronunciamientos, fue cediendo frente a las nuevas necesidades de la comunidad.
Ello obliga a idear una buena política de comunicación de la prensa con el Poder Judicial, a los fines de poder brindar una información adecuada y respetuosa, mediante la colaboración de periodistas profesionales responsables que puedan trabajar en sinergia con los operadores judiciales sin alterar la función de la justicia.
Para ello, hay que generar canales de información que otorguen transparencia y mayor confianza, permitiéndole a los justiciables efectuar un control sobre funcionamiento del sistema judicial.
De esta manera, estaremos contribuyendo al principio de máxima divulgación, incorporado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que implica que toda la información en poder del Estado se presume pública y accesible.
La comunicación judicial integral se erige hoy como un presupuesto indispensable de una sociedad democrática y símbolo de la transparencia que la comunidad actual requiere.


Palabras Claves: Información. Justicia. Comunicación judicial integral.


1. Introducción
2. La sociedad de información y su impacto en la vida diaria de la humanidad
3. Imagen de la justicia. Donde deben hacerse los cambios útiles para su mejoramiento
4. Comunicación judicial integral. Que camino debemos seguir
5. Política de comunicación Judicial. El camino que debemos seguir
6. Conclusiones
Notas

La comunicación judicial integral como vía de mejoramiento de la imagen de la justicia a través de una mayor empatía con la sociedad

Prof. Dra. Silvana María Chiapero[1]

“Una buena política de comunicación no sólo asegura la interpretación
correcta de las decisiones de los jueces y fiscales, lo que refuerza el
comportamiento global de la institución, sino que subyacentemente valoriza su
imagen pública”

Joan Costa, Barcelona julio 2022

1. Introducción [arriba] 

Las circunstancias conflictivas que aquejan a la sociedad actual, donde existe una realidad socio económica en la que reina la desocupación y un alto porcentaje de la población sumida en necesidades vitales y grandes desigualdades, la magistratura y al funcionariado se enfrenta, como nunca antes, a nuevas exigencias vinculadas a ejercer su magisterio con especial contemplación al contexto y humor reinante en la sociedad a la que están dirigidos sus pronunciamientos.

En el contexto actual es imposible que la faena jurisdiccional soslaye la gran importancia que importa ejercer adecuadamente la función que les compete a los operadores judiciales como verdaderos servidores sociales.

El gran maestro Alfredo Orgaz sostenía, aunque en épocas menos conflictivas que las que hoy debemos transitar, que: “Frente a la ley debe colocarse el juez en actitud de servidor social a quien se le otorga un delicado instrumento para pesar, medir y valorar los intereses con vista a decisiones que mantengan y perfeccionen el equilibrio colectivo”

Hoy la magistratura y funcionariado no puede conformarse con reducir su tarea a una mera deducción silogística cuya premisa general sea la ley, porque ya no es un mérito quedar limitado a formular inferencias lógicas y subsunciones formales pues ello importaría desentenderse de la realidad concreta de los destinatarios de su labor, quienes esperan que cada decisión contemple la concreta realidad que los atraviesa y busque una solución eficiente y pragmática.

Es por ello que los operadores judiciales deben apuntar, sin cesar en sus esfuerzos, a resolver cada conflicto que se les presente interpretando y aplicando la norma más adecuada, sin perder de vista el sentido humanista de su faena, como asimismo sin olvidar que toda la actividad intelectual que se les ha encomendado está direccionada a una persona humana. La judicatura debe ocupar el rol de verdadero ministro de la ley como portavoz del derecho para la realización de la justicia, conciliando la rigidez legal con la realidad social por esencia variable.

Asi como el cambio social está en la causa de la movilidad legislativa, también debe estar presente en la transformación virtuosa de la labor judicial. La magistratura del presente debe reconocer que su labor exige responsabilidad social, que exige buscar nuevas formas para estar más cerca del justiciable, para aportar de modo progresivo e infatigable la construcción de la paz social y el buscado reconocimiento y credibilidad de la comunidad.[2]

Expresa Joan Costa,

Sería muy positivo para la administración de justicia, reconocer que ella se debe a la sociedad, a la que tiene obligación de dar cuenta, como institución pública, adoptando el lenguaje común con el “arte de hablar llanamente” y orientado al interés humano y a la empatía que genera empatía.[3]

Las normas jurídicas, como producto de la cultura humana, no pueden ser entendidas si se las “aisla” del medio que las ha originado y por ello, los tribunales al decir el derecho deben estar muy atentos al lenguaje, como vehículo para transmitir significado; y, el significado atribuido a los términos jurídicos está condicionado por presuposiciones tácitas en la forma de aspiraciones y valoraciones que existen en la cultura que rodea por igual al legislador y al juzgador/a.

2. La sociedad de información y su impacto en la vida diaria de la humanidad [arriba] 

El notorio y acelerado crecimiento de la información que en la actualidad receptan las redes ha venido impactando severamente en la vida diaria de la humanidad.

Las computadoras facilitan la vida de las personas, agilizan los procesos y brindan a los usuarios de manera veloz grandes cantidades de datos a través de lo que se ha dado en llamar las tecnologías de información y comunicación (TIC) con resultados de gran utilidad para facilitar todo tipo de desarrollos. Tan intensa es la irrupción de estas tecnologías que se ha llegado a afirmar que estamos en presencia de una Sociedad de la información.

Ha sido el japonés Yoneji Masuda quien la definió a la actual como una: “Sociedad que crece y se desarrolla alrededor de la información y aporta un florecimiento general de la creatividad intelectual humana, en lugar de un aumento del consumo material”.

Esta sociedad de información reconoce algunos rasgos distintivos que nos ayudan a caracterizarla a saber:

1.- Exuberancia. Alude a la disposición de una inmensa cantidad de datos. 2.- Omnipresencia. Los instrumentos de información se encuentran por doquier, 3.- Los datos alcanzan distancias casi ilimitadas que desvanecen fronteras geográficas o físicas; 4.- Velocidad. Salvo fallas técnicas la información ha devenido instantánea, 5.- Multilateralidad/ centralidad. La comunicación contemporánea facilita la recepción de información por multicanales simultáneos, 6.- Interactividad/ Unilateralidad. Los nuevos instrumentos utilizados para propagar la información, a diferencia de los convencionales (radio y televisión) no solo permiten que seamos usuarios o consumidores, sino que facilitan la producción de contenidos propios

Este inmenso desarrollo tecnológico es el responsable del nacimiento de esta sociedad de información, cuya principal bondad consiste en que sea el paso a una sociedad del conocimiento, que permita ser una verdadera fuente de desarrollo para todos los países del mundo, en especial para los menos desarrollados.

La sociedad de información suele identificarse con un término mucho más conocido: Internet, palabra que es utilizada indistintamente para aludir a una colección de contenidos, un navegador o una forma de presentación. Su importancia radical consiste en que se ha transformado en:

… la infraestructura que ha abierto el camino hacia la Sociedad de la Información. Pues supuso una aportación fundamental: un medio universal de comunicación de datos. Lo que representa la red telefónica en términos de voz, es decir, el acceso universal a cualquier teléfono del mundo, lo representa Internet en términos de datos: la posibilidad de acceso universal a cualquier ordenador del mundo.

Internet es hoy el principal soporte del flujo de los objetos virtuales y la expresión más cabal de la sociedad-red.

Dotado de un incontrolable cúmulo de datos, habilita la búsqueda inmediata, puesta a disposición y relación de información, así pues, el resguardo que encontrábamos en las paredes, las puertas y los pensamientos, hoy se encuentran mancillados por cables, señales WiFi, cookies, nubes, y un sinfín de innovadoras maneras de almacenar y difundir información personal.

Frente a esta indiscutible realidad y la estrecha relación entre el ser humano, la ciencia y la tecnología, nos interpela -cuanto menos- a revisar de qué manera Internet influye o incide en la comunicación del quehacer judicial y el vínculo que el Poder Judicial establece con la ciudadanía.

3. Imagen de la justicia. Donde deben hacerse los cambios útiles para su mejoramiento [arriba] 

Partimos de la premisa que el quehacer jurisdiccional ya no puede considerarse cumplido con la sola aplicación eficaz y correcta del derecho constitucional y convencional, los tratados de derechos humanos y leyes fundamentales. Por el contrario, los operadores están urgidos de efectuar un análisis puntual de las particulares circunstancias que atraviesa la sociedad actual, acudiendo a sus habilidades actitudinales para transparentar los actos emanados de la Justicia, publicitar los detalles y pormenores de su tarea como carril para el mejoramiento de la imagen y credibilidad de la sociedad con la tarea que realiza el Poder Judicial.

Pero el cambio de imagen debe comenzar con concentrar una mayor exigencia en la labor de seleccionar a los futuros magistrados. El órgano encargado de dicha selección, debe acertar en encontrar entre los postulantes el perfil laboral o profesional que denote mayores capacidades y competencias para encarar responsablemente la función social a la que aludimos, detectar entre los aspirantes rasgos peculiares que caracterizan a “los mejores en lo suyo” para cumplir ese objetivo.

…Buscar el perfil judicial es intentar penetrar en lo recóndito de una cultura judicial y extraer de tal excursión a las cavernas y canteras del nombrado colectivo, aquellas funciones, gestiones y aptitudes que hacen al ‘ethos bueno’ de ese Poder Judicial.[4]

 En la misma línea argumental enseñaba, el Dr. Olsen A. Ghirardi, ex integrante del Consejo de la Magistratura de Córdoba, que para identificar un buen perfil de magistrado /a se debe partir de que se necesita una persona:

1) Que sepa qué debe obrarse o hacerse en cada caso concreto, 2) Que sepa deliberar consigo misma, es decir, pensar reflexivamente; 3) Que sepa interpretar los principios y las normas en función de los hechos y éstos en función de aquellos, 4) Que posea la sabiduría de la praxis en el momento oportuno, 5) Que su juicio decisorio no sea demasiado apresurado ni demasiado lento; 6) Que sea inmune a las presiones de su entorno y haga oídos sordos a las influencias, 7) Que evite los fáciles dogmatismos y las improvisaciones y sepa admitir razones y corregir errores, 8) Que escape a los prejuicios y sea siempre crítico y mesurado, 9) Que sepa escuchar con atención antes de juzgar, 10) Que sea siempre prudente por sobre todas las cosas y se conduzca con decoro en su vida pública y privada.[5]

 Este primer paso en el mejoramiento de la selección de postulantes a ocupar cargos en el Poder Judicial es imprescindible porque cada juez o jueza en ejercicio de su función representa y caracteriza el rostro visible del Poder Judicial, de modo que su virtuosismo individual es capaz de reflejar en el colectivo y de tal manera repercutir en la imagen del Poder Judicial hacia afuera.

Pero, aunque esa vía es necesaria para lograr un cambio virtuoso de la imagen de la justicia, no es suficiente porque pese a la labor que los organismos de selección de los jueces vienen realizando virtuosamente en el sentido indicado, lo que repercute en que los tribunales estén ocupados por personas más capacitadas, la desconfianza en el Poder Judicial sigue instalada en nuestra sociedad e incluso se incrementa, al punto que podríamos afirmar que su imagen se viene desplomando.

Se escuchan voces cada vez más fuertes aludiendo a la pérdida de confianza de la sociedad, la corrupción judicial, la existencia de privilegios indebidos, la falta de ética judicial, entre tantos otros reclamos.

No podemos silenciar la nefasta influencia que las voces de los integrantes de la política suman a este desprestigio, avanzando en algunos casos sin temor sobre principios democráticos, basados en la separación de poderes y el sistema republicano con clara intención de imponer y manejar los pronunciamientos de envergadura, despertando inevitable conmoción social.

Sobre el descreimiento de la Justicia, con origen en los poderes públicos, en las XXV Jornadas científicas de la Magistratura Argentina, organizadas en CABA, por la F.A.M., el 13 y 14 de Junio de 2019, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, en aquel tiempo, destacó lo siguiente,

…ante la visión de un sector que no diferencia entre juzgar y hacer política, se formula una propuesta extrema y radicalizada: prescindir directamente del Poder Judicial y reemplazarlo por órganos políticos de representación popular. Expresó el Magistrado que dichas propuestas resultan inconstitucionales, antirrepublicanas y profundamente irrazonables y que la democracia constitucional y republicana exige distinguir entre juzgar y militar, entre aplicar el derecho y hacer política. [6]

Las encuestas de opinión sobre confianza en el Poder Judicial dan cuenta del descrédito y aunque los encuestados confiesan en importante porcentaje que acudirían a los estrados judiciales a dirimir sus conflictos pese a tener una pésima imagen de él, ello no debería tranquilizar nuestro espíritu sino ser el aliciente para buscar revertir esa desconfianza, buscando optimizar y fortalecer la imagen del Poder Judicial y por ende la percepción que la ciudadanía tiene del quehacer judicial.

Y aquí es en donde la comunicación institucional integral se erige en un adecuado sistema de mejoramiento constante de la imagen de la justicia, que apunte a empatizar con la sociedad.

4. Comunicación judicial integral. Que camino debemos seguir [arriba] 

El Poder Judicial como cualquier organización debe atender a la comunicación con sus públicos internos y externos pues de la buena dinámica de estas relaciones dependerá el impacto positivo que se busca en la prestación concreta del servicio de justicia.

Sostienen los especialistas que:

…la cultura interna, la actitud de servicio y la satisfacción del usuario, además de la imagen pública, la confianza y la reputación, son valores intangibles que, si bien surgen del cumplimiento de la actividad jurisdiccional, también son consecuencia de la conducta global de la institución y de sus integrantes. No solo se califica el desempeño del Poder Judicial por la calidad técnica de sus resoluciones, sino que también se valora como gestiona sus relaciones durante el proceso.[7]

La responsabilidad social judicial requiere que se incorporen valores inherentes a la ética judicial, el enfoque de género, el lenguaje claro, la especial atención de los colectivos vulnerables en materia de acceso a justicia, de manera tal que la comunidad judicial en su conjunto logre un consenso acerca de las metas colectivas que la magistratura y todo el personal que la acompaña deben construir para generar una mejor imagen pública.

Como el logro de tal consenso requiere un cambio cultural, la mejor herramienta para avanzar en este derrotero es la capacitación y el acompañamiento constante.

En lo concerniente al público externo la gestión de las relaciones con periodistas y medios de comunicación presenta grandes desafíos pues este vínculo colabora a la construcción de la imagen y opinión pública, la confianza y con ella la reputación de la organización

En las Jornadas científicas de la Magistratura Argentina, organizadas por la Federación Argentina de la Magistratura, el 13 y 14 de junio de 2019 en CABA, expuso sobre el tema “Independencia Judicial y Medios de Comunicación”, el magistrado español Francisco W. Olea Godoy. El experto destacó la necesidad de información a la sociedad “a diario” para que tengan conocimiento de las cuestiones judiciales, alertando acerca de que esa tarea se debe complementar y coordinar con los medios de comunicación porque ellos forman la opinión pública a veces de manera “no objetiva”, sino respondiendo a otros intereses (vbg. intereses económicos o de grupos de interés), lo que se agrava con la inmensa repercusión que hoy tienen los medios de internet, redes sociales, permitiendo que cualquiera puede informar sobre casos judiciales sin contar con el conocimiento y la experiencia para hacerlo de modo veraz y asequible a la ciudadanía.

Es importante detenerse en lo que se ha dado en llamar “el juicio paralelo”, fenómeno que se repite cada vez que los medios de comunicación se ocupan de adelantar y conformar un estado de opinión sobre un asunto que aún está en desarrollo y pendiente de una resolución judicial.

Esto ocurre en especial en los juicios de gran trascendencia pública, donde los periodistas, blogueros o comentadores de redes sociales suelen intermediar con opiniones a veces incompletas o tendenciosas que adelantan juicios de valor sobre cuestiones aún no resueltas o tergiversan el verdadero sentido de resoluciones judiciales que no son entendidas en su verdadera inteligencia o sentido, a veces por la utilización de lenguaje demasiado técnico o confuso.

En las mismas Jornadas mencionadas, la licenciada en periodismo María Actiz, al analizar las cusas de la mala imagen de la Justicia refirió que la mayoría de la gente siente que la justicia no le resuelve sus problemas, porque hay una disociación entre lo que hacen y lo que la gente percibe que hacen.

Haciendo clara alusión a repercusiones públicas de casos radicados en la Justicia Federal, señaló que el viejo dogma conforme al cual “Los jueces hablan por sus sentencias”, como paradigma de comunicación está obsoleto, debiendo dar paso a la revisión de las fallas en la comunicación entre la Justicia y la prensa, como origen de los malos resultados.

En ese carril la experta propuso propender a una sinergia entre los periodistas y los jueces, es decir, una colaboración entre profesionales independientes y referentes de la justicia como vía para propender a que la sociedad conozca todas las ocasiones en que el Poder Judicial actúa correctamente garantizando las formas de convivencia y la solución de conflictos.

Sostuvo que ambas instituciones deben buscar la verdad, objetividad, imparcialidad y la transparencia con la apertura de datos, fuentes de información siendo especialmente la responsabilidad de los periodistas la de informar sin tergiversar, ni entorpecer el funcionamiento de la justicia (vbgr., cuando la causa está en estado de investigación, el respeto de los principios de inocencia, privacidad de las personas, etc.)

En coincidencia con estos conceptos el especialista Kevin Lehmann sostiene que “La experiencia indica que el intercambio sostenido, honesto y franco entre magistrados y periodistas mejora el trabajo de ambos”[8]

Para ello los periodistas deben comprender que los tiempos de la justicia son mucho más lentos que maneja la prensa habitualmente y la magistratura debe estar alerta y consciente que sus silencios suelen ser ocupados por voces o fuentes no oficiales que no siempre coadyuvan a dar información fidedigna del acontecer judicial.

En las mismas Jornadas científicas de la Magistratura Argentina, organizadas en CABA, por la F.A.M., el 13 y 14 de junio de 2019, la Licenciada Maia Jastreblansky, por su parte, reconoció que el entramado de relaciones entre la justicia y los periodistas y el modo de la cobertura (portadas de los diarios, noticias de televisión y radios, redes sociales e internet) ha provocado una pérdida de credibilidad en la justicia. Frente a ese dato de la realidad, propuso trabajar por un periodismo profesional, imparcial e independiente.

Relató que hay una historia de impunidad en la Argentina, donde el 95% de los casos no se llegó a juzgar y el 5% terminó por prescripción, refiriéndose puntualmente al efecto provocado por el caso “Amia” y “Nissman”, señalando que dichos casos polémicos, dañan al Sistema Judicial.

Es por esto que debemos restablecer el vínculo entre la Justicia y la sociedad, que muchas veces se anticipan las resoluciones judiciales, y generar una dinámica donde los jueces puedan elegir los medios serios y responsables donde publicar o difundir sus resoluciones o la marcha de algunas de sus causas con alta repercusión mediática.

Esta realidad relatada por periodistas nos debe llevar a tomar conciencia de que los medios de comunicación permiten el fluir de la información de manera masiva (antes interpersonal o grupal) ya que la Internet ha llegado a límites antes impensables. Hoy los medios de comunicación, en todas sus facetas, (gráfica, T.V., radios, redes sociales e internet), representan una idiosincrasia que caracteriza e influye en las sociedades contemporáneas y tiene un papel formativo y educacional relevante.

Hoy el avance vertiginoso de las tecnologías de información ha llegado a la vida de todos los ciudadanos, influyendo en sus pensamientos, gustos, consumos, hábitos, como asimismo en los derechos y garantías que todos los ciudadanos quieren gozar.

Es por ello que el Poder Judicial no puede permanecer silente, ni permitir que se construya una “realidad mediática”, emanada de una sola fuente de información, sino que tiene que ser capaz de adoptar una actitud proactiva frente a la noticia y no reactiva o defensiva [9].

Ello porque en el sistema democrático republicano reina el reconocimiento del derecho de acceso a la información pública y la transparencia como requisito de legitimidad de la institución judicial, por lo que generar comunicación directamente desde el Poder Judicial es una manera de provocar el anhelado efecto legitimador de la Institución judicial pues la “política de secreto” o la “política del silencio” cultivada durante muchos años ha contribuido altamente en el aumento de la desconfianza que nos aqueja.

El informe del Centro de Estudios de Justicia de las Américas- revela que los niveles de credibilidad y confianza en la justicia están relacionados en gran medida con las políticas de educación judicial, la difusión de las resoluciones judiciales, las relaciones con los medios de comunicación y el acceso a la información pública.[10]

5. Política de comunicación Judicial. El camino que debemos seguir [arriba] 

Como anticipamos, la tradicional tendencia de la magistratura de hablar a través de sus sentencias, dejando librado a las publicaciones especializadas la difusión de sus decisiones más trascendentes, con transcripción del extracto de la jurisprudencia más relevante, objeto de estudio de los distintos autores y comentarios del fallo para elaborar la doctrina judicial es una práctica que – aunque valiosa- ya no es suficiente porque no satisface las necesidades actuales

Hoy resulta imprescindible la búsqueda de un equilibrio, a través del desarrollo de una buena política de comunicación que brinde una información proveniente de la propia fuente y logre dar a la comunidad el verdadero rostro de la tarea que realiza cotidianamente el Poder Judicial

La Dra. Elena Highton de Nolasco durante su función como ministra del Máximo Tribunal de Justicia de la Nación ya destacaba los debates tejidos en torno a la forma en la que el Poder Judicial debe dar a conocer sus decisiones, revelando que en su larga experiencia como magistrada pudo observar y describir infinidad de opiniones de sus colegas y del periodismo, en sentidos totalmente disímiles, pero con argumentos muy válidos y razonables que justificaban cada posición.

Sin embargo fue contundente al opinar que es trascendente que el Poder Judicial, como institución pública y dentro de un sistema republicano y democrático de gobierno, garantice el acceso a la administración de justicia y brinde calidad institucional con la comunicación como vía de lograr transparencia, pues aunque la publicidad de los actos encuentra límites en la protección de las garantías individuales, ello no debe impedir que se generen canales de información que otorguen transparencia y generen mayor confianza de toda la sociedad en el propio Poder Judicial, agregando que resulta imprescindible que la forma de comunicar sea a través de un lenguaje sencillo y comprensible para el ciudadano común.

Otro de los tantos puntos de inflexión radica entonces en allanar el lenguaje de una manera consciente, clara y sistemática y adaptarlos a un lenguaje adecuado a la capacidad intelectiva media, a las condiciones socioculturales del conjunto de la sociedad.

En esa línea es que fue idea del Centro de Información Judicial, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el cual fue concebido, sobre la base de las políticas de comunicación implementadas por el Tribunal y aunadas con las otras de gestión y acceso a justicia

Los Poderes Judiciales Provinciales y las Asociaciones y Colegios de magistrados y funcionarios judiciales debemos seguir esa buena senda, generando confianza en el sistema mediante la creación de nuestras propias oficinas de comunicación institucional y acercándonos a los medios de comunicación que cumplen un rol estratégico con la investigación periodística sobre los asuntos públicos a fin de brindarle datos exactos y veraces, como carril para contribuir a la transparencia que exige un sistema republicano

Asi, como afirmó la ex ministra de nuestra CSJN, resaltando el trabajo desarrollado por el “Centro de Información Judicial de la Corte Suprema”, junto con todos los magistrados y magistradas del país, se podrá obtener un tratamiento adecuado de los asuntos judiciales y evitar que por canales inadecuados se trasmita una noticia errónea.[11]

El Poder Judicial de Córdoba ya tiene un gran recorrido en materia de, apertura comunicacional hacia la sociedad y los medios de comunicación, toda vez que ha implementado una página oficial (www.justiciacord oba.gov.ar/ estamos más cerca), con servicios de extranet –para empleados funcionarios y magistrados y también para abogados. La citada página brinda información a la ciudadanía, como información institucional sobre todas las oficinas que existen en el Poder Judicial, servicios, etc. y cuenta con canales oficiales como You Tube y Twitter, oficina de prensa dependiente del T.S.J, novedades judiciales (realizadas diariamente por la mencionada oficina), sitios de consulta, etc.

En coincidencia con esa apertura el propio Tribunal Superior de Justicia se pronunció en el sentido que la sola condición de ciudadano resulta suficiente para justificar una solicitud de información pública. Así, en el Alto Cuerpo expresó que:

…el derecho a solicitar información pública y la posibilidad de su ejercicio deriva de la simple condición de persona y, por ello, sostuvo que toda persona está habilitada para requerir información que pueda servir potencialmente como base para un acto administrativo, con la condición e individualizar la información a la que pretende acceder. (…)…la información en poder del Estado tiene una especial relevancia puesto que de su conocimiento por parte de la ciudadanía dependen las posibilidades de participar y controlar de manera positiva y adecuada las acciones de gobierno.

También recordó que el principio de máxima divulgación, incorporado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, implica que: “…toda la información en poder del Estado se presume pública, accesible y sujeta a un régimen limitado de excepciones, como un presupuesto indispensable de una sociedad democrática.”[12]

6. Conclusiones [arriba] 

En una sociedad de la información como la que tenemos está fuera de discusión la importancia de los medios de comunicación, para poder acercar al Poder Judicial con la sociedad y brindarle mejor y mayor información en torno al sistema de Justicia.

La conducta otrora silenciosa de los jueces, quienes transitaban la función con la convicción que sus sentencias eran la manera idónea de comunicarse con la sociedad destinataria de sus pronunciamientos, fue cediendo frente a la necesidad de una mayor información.

Ello obliga a buscar un nuevo equilibrio y una buena política de comunicación de la prensa con el Poder Judicial, a los fines de poder brindar una información adecuada y respetuosa, mediante la colaboración de periodistas profesionales responsables que puedan trabajar en sinergia y sin alterar la función del juez y de la justicia.

Para ello, se advierte la conveniencia de generar canales de información que otorguen transparencia y mayor confianza, incluso a través de la consulta del propio interesado, permitiéndole efectuar un control sobre funcionamiento del sistema judicial y verificar el estado de su causa.

De esta manera, estaremos contribuyendo al principio de máxima divulgación, incorporado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el que implica que toda la información en poder del Estado se presume pública y accesible. Respetando las excepciones legales, la comunicación judicial integral se erige hoy como un presupuesto indispensable de una sociedad democrática y símbolo de la transparencia que la sociedad actual requiere.

 

 

Notas [arriba] 

[1] Abogada. Especialista en Derecho Registral por la UN de la Plata, Doctora en Derecho por la UNC, Profesora Titular de Derecho Privado Facultad de Derecho UNC. Directora de carrera de post grado en Especialización en Sindicatura Concursal de la Escuela de graduados de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC y encargada de la materia “Derecho procesal concursal” en post grados de la UNC y Universidad Siglo XXI. Docente permanente en la Maestría de Derecho Civil patrimonial de la UNC. Miembro del Instituto de Derecho Privado e Instituto del Derecho de la Empresa de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba. Autora de números artículos. Presidenta de la Asociación de Magistrados y Funcionarios Judiciales de la Provincia de Córdoba. Vocal de Cámara Civil y Comercial, Poder Judicial de la Provincia de Córdoba. Argentina. silvanachiapero@ hotmail,.com
[2] (discurso de la Presidenta del TSJ Córdoba Dra. María Marta Cáceres de Bollatti, Extraído de Novedades Judiciales, www.news,aspx, el 21/03/19).
[3] Joan Costa Prólogo al libro de María Virginia Fourcade: “Aportes para una comunicación judicial integral. Un modelo de gestión en la intervención cultural y multidimensional de la organización”, Advocatus, septiembre 2022.
[4] Andruet Armando S (h), 2012, p.9. “Consejo de la magistratura y perfil del juez”, recuperado el 17/05/19 de http://www.justiciacordo ba.gov.ar/fileadjunto).
[5] Andruet Armando S, 2012, p.21.Consejo de la magistratura y perfil del juez”, recuperado el 17/05/19 de http://www.jus ticiacordoba.gov.ar/fileadjunto).
[6] cfr. https://www.fam.org.ar, extraído el 28/07/19).
[7] María Virginia Fourcade en: “Aportes para una comunicación judicial integral. Un modelo de gestión en la intervención cultural y multidimensional de la organización”, Advocatus, pág.50.
[8] M. Virginia Fourcade, opus cit. Pág. 84.
[9] María Carolina Granja, 2013, p.165/166.
[10] Ceja: Centro de Estudios de Justicia de las Américas-para Argentina, disponible en https://www.cejameri cas. org/doc/proyecto s/ argentina %20informe_final.pdf.
[11] cfr. hptts//www.c ij.gov.ar/La política comunicacional de la Corte y el Centro de Información Judicial, por Elena Highton de Nolasco, extraído el 01/09/19).
[12] T.S.J., Sent. Nº 036/2019 en autos "FUNDACIÓN PARA EL DESARROLLO DE POLITICAS SUSTENTABLES C/ SECRETARÍA DE ADMINISTRACIÓN FINANCIERA DEL MINISTERIO DE FINANZAS DEL GOBIERNO DE LA PCIA. DE CBA. - AMPARO POR MORA (LEY 8803) - RECURSO DE CASACIÓN" (Expte. Nº 2026535), htpps//www.n ews.aspx. Novedades judiciales, extraído el 04/09/19).